En este bello poema, Paperas, has dejado impronta el siniestro y paradójico destino de la búsqueda de la felicidad. ¿Qué ha de ser el humano, sino una redundante e histriónica búsqueda de la felicidad?
Aunque veo bastante machismo en este texto, me acordé de mi ex esposo, Anselmo, él murió después de que una mantarraya le mordiera el pene. Ahora conservo lo que resta de su miembro en un frasco junto con las aceitunas sin hueso que compramos en aquellas bellísimas vacaciones cuando visitamos Sudán.
En este bello poema, Paperas, has dejado impronta el siniestro y paradójico destino de la búsqueda de la felicidad. ¿Qué ha de ser el humano, sino una redundante e histriónica búsqueda de la felicidad?
ResponderExcluirGracias por tan bellas palabras.
¿Cuantas veces el pene debe someterse a lo salino y mundano? Me he preguntado en cada victoria, sintiendo la sal en cada gota de sudor.
ResponderExcluirAunque veo bastante machismo en este texto, me acordé de mi ex esposo, Anselmo, él murió después de que una mantarraya le mordiera el pene. Ahora conservo lo que resta de su miembro en un frasco junto con las aceitunas sin hueso que compramos en aquellas bellísimas vacaciones cuando visitamos Sudán.
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